Los empresarios del Instituto de Empresa Familiar han concedido un rotundo suspenso a los políticos con 1,08 sobre 9. ¿Y qué calificación merecen los empresarios de ese instituto al que pertenecen las mayores fortunas de España? En toda corrupción hay dos partes, el que se deja corromper y el que corrompe. Tan culpable es uno como otro. Claro que hay formas muy sutiles (pero mucho más cuantiosas) de corrupción, como el de abandonar las inversiones (por ejemplo, autopistas) cuando son ruinosas, para que el erario público se haga cargo de las pérdidas.