El Gobierno ha aprobado el enésimo plan para subvencionar la compra de vehículos. No deja de ser paradójico cuando se recortan los gastos sanitarios, de la dependencia, las becas, las ayudas a los libros, las pensiones y un largo etc. Parece que no hay mejor destino para el dinero público que incentivar la adquisición de automóviles. Y no se diga que es para ayudar al sector. La gran mayoría de los coches producidos en España se exportan y muchos de los que compran los españoles se producen en el extranjero.