Disculpa de los portavoces del sanchismo: “En otros momentos la distribución entre las energías renovables y el resto había estado más desequilibradas y no se produjo ningún apagón”.
Disculpa de un conductor después de producir un accidente: “Otras veces había bebido más alcohol y no había tenido ningún percance”.
El Gobierno abre una consulta popular sobre la OPA del BBVA al Banco Sabadell.
Es el mismo gobierno que no ha consultado a la sociedad española sobre los indultos del procés, sobra la ley de amnistía, sobre la condonación de deuda a Cataluña, sobre el Cupo, sobre las múltiples concesiones al Gobierno Vasco y a la Generalitat, etcétera, etcétera.
Todo es un teatro para justificar el pacto que ya tiene contraído con Puigdemont.
APAGÓN
Emma González, secretaria general de Política Económica y Transformación Digital de la Comisión Ejecutiva Federal Socialista, ha pregonado en Soria a propósito del apagón: “Es un momento de orgullo y de alegría y de estar felices con nuestro país”.
Añado yo, entonces deberíamos programar un apagón todas las semanas.
Ante el apagón, Sumar ha encontrado el remedio: nacionalizar la red eléctrica. Red Eléctrica se encuentra ya controlada por el Gobierno. Además, por desgracia y como se ve, desde que ellos están en este Gobierno, lo público ha dejado de ser la solución para convertirse en el problema.
Albares, en rueda prensa con su homólogo marroquí, por supuesto sin preguntas, ha puesto de manifiesto que las relaciones entre ambos países pasan por su mejor momento. Y Sánchez y todos sus acólitos no se cansan de afirmar que el clima en Cataluña ha mejorado sustancialmente. ¿No será quizás en ambos casos por la misma razón? Porque se le ha dado a la parte contraria todo lo que quería.
El CIS de Tezanos no analiza la realidad, pretende modificarla. No solo es que asigne al PSOE seis puntos por encima del PP. A eso nos tiene acostumbrados, sino que hace descender tres puntos a los populares para disparar a Vox. Mensaje: que viene la ultraderecha perversa. Malversación pura y dura.
Cándido Conde-Pumpido afirma que todos los poderes del Estado están sometidos al Tribunal Constitucional. Es decir, defiende una nueva dictadura: la Constitución soy yo, el Estado soy yo.
El Gobierno ha puesto en circulación una campaña publicitaria con el eslogan de “nuestros valores no están venta, nuestros productos sí”. No sé si venderán algún que otro producto, pero los valores los llevan vendiendo sin límites desde 2018.
